HERIDAS CICATRIZADAS
Pero ... ¿quién te crees que eres para querer irrumpir de repente en mi vida sin mi permiso? Ya no eres nadie para mi, NADIE, no quiero verte ni saber absolutamente NADA de ti. Se te pasó el momento. Te lo dije, que llegaría un día en el que volverías hacia a mi y yo ya me habría ido... y así ha sido. Aprende a escuchar en la vida... es toda una virtud.
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